martes, 5 de diciembre de 2017

Las 16 curules para la paz

Al igual que con el plebiscito, se inventaron el cuento que estas curules eran para “los terroristas de las FARC” y estuvieron a punto hacer fracasar el proyecto.


Por: Wilmar Jaramillo Velásquez
Columnista EL
PREGONERO DEL DARIÉN

Comienzo por afirmar que dichas curules son un hecho, pasaron raspando por el Congreso y en ese sentido juristas muy calificados así lo explicaron, además de haber sentencia de la Corte Constitucional que también lo respalda, entonces nos ahorraremos la discusión bizantina y la leguleyada de turno.

Muchos congresistas temerosos de perder sus feudos electorales se asustaron con la propuesta de entregar 16 curules a las zonas tradicionalmente golpeadas por el conflicto, pese a la claridad que había sobre el particular y más bien por venganza al no poder participar de la rapiña por las mismas, se dedicaron a despotricar del proyecto y más grave aún a decir que eran para las FARC en su afán de descalificarlas al punto que casi logran su hundimiento.

Jamás pensaron en las víctimas, en la tragedia de estas regiones huérfanas de toda representación en el legislativo, porque ellos solamente piensan, trabajan y legislan para sus propios intereses y los de sus patrocinadores, entonces vieron allí un estorbo, una piedra en el zapato.
Para lograr este propósito encontraron en el Congreso tierra abonada, los tradicionales enemigos personales del presidente Santos a quien le pasan cuenta de cobro cada que pueden.

Dar una representación a estas zonas donde muchos ciudadanos incluso no podían ejercer su derecho al voto por causas de la violencia, es un hecho de elemental justicia, de mínima apertura y pobre representación democrática y aun así la intentaron cercenar. Esa es la voluntad de paz y de cambio que tiene el Congreso. Cero.

Atornillados en el poder, a sus gabelas, salarios descomunales y prebendas, no admiten la más mínima competencia; sin embargo, en aras a la verdad también hubo un grupo de valerosos congresistas comprometidos con la paz, quienes defendieron la propuesta hasta el último minuto y los medios de comunicación han publicado abundante información sobre el particular.

Cuando ya la marea comienza a bajar y uno mira los perfiles de los líderes que se postulan a estas curules en las distintas regiones, se encuentra con personas reconocidas que nada han tenido que ver con las FARC, de pronto distinto a ser víctimas.
La estrategia de mentir, de llevar a los electores “verracos a votar” de tergiversar engañar, les produjo pingues resultados en el plebiscito, pero tengan la seguridad que en las próximas elecciones esto será un boomerang de gran calado.

Entonces esa estrategia perversa y falaz de los enemigos del proceso de paz de descalificar y acusar sin prueba ni razón alguna, como aquella que se inventaron, que en el ganador en Yopal había sido financiado por las FARC, comienza desmoronarse, y las mentiras que ayer les producía poder, despojo, impunidad y votos, ahora causan repudio y asco de los colombianos.

Y para quienes hacen fiesta  al lado de varios medios de comunicación, no olviden que el  señor presidente  aún tiene facultades extraordinarias  para poner en marcha estas curules, sumado a la instancia  del Consejo de Estado, que  también es otra opción.