“Siento en su práctica periodística,
respetado Wilmar, la ética que puede emanar
de aquella sentencia de ese gran poeta y periodista Ryszard Kapuscinski
: “Cuando se descubrió que la información era un negocio, la verdad dejó de ser
importante”
Doctor Luis Alfonso Ossa Betancurt
Trascribimos las generosas
expresiones del doctor Luis Alfonso Ossa Betancurt, durante la celebración del aniversario número 13 del PREGONERO
DEL DARIÉN. Una intervención de amplio calado y profundidad, que nos debe llevar a la reflexión.
“Aunque ya son muchos los años
que he visto pasar en mi existencia, todavía
permanece en mí una gran parte de la capacidad de asombro, con que la
naturaleza una día nos dotó y que la sociedad a fuerza de los duros golpes, se
va encargando de menguar. Seguro ya no tan sensible como en mi juventud y
algunos años posteriores, conservo entonces todavía parte de esa importante condición que la vida nos da a
los humanos, aquella que hace que frente a lo novedoso, lo seductor, lo
hermoso, lo generoso, lo solidario, lo transformable, sintamos una gran sorpresa,
la misma que finalmente termina por percibirse
como inmensamente gratificante
para nuestro espirito.
Y por supuesto que el anuncio del
Pregonero del Darién, por boca de su director Wilmar Jaramillo, anunciando que había sido designado,
junto con Francisco Luis Barrientos y el
pintor Julio Carlos Angulo, para recibir el PREMIO A LA EXCELENCIA EL
PREGONERO DEL DARIEN 13 AÑOS 2.017 me
produjo un inmenso asombro, nacido este a la luz de varias circunstancias. Inmerecido por supuesto,
porque las posibles razones por las
que generosamente los jurados del
galardón incluyen en el mi nombre, apenas si son condiciones elementales de
buena conducta, que cualquier ciudadano debe
cumplir en aras de mantenerse inmerso en el orden social en el que
nacimos, nos desarrollamos y vamos a morir. A uno entonces no tienen por qué
premiarlo por cumplir las normas de la buena convivencia y del respeto por los
derechos ajenos y por sobre todo, por la
aceptación de los otros, por muy diversos que ellos sean.
Entra entonces a escena la inmensa generosidad del Sr. Director del Pregonero del Darién,
Periodista Wilmar Jaramillo al considerar el hecho de que yo hubiera tratado de ser a lo
largo de mi vida en Urabá, un ciudadano
respetuoso de las normas de
convivencia ciudadana, como un
merecimiento digno de exaltarse con el galardón que hoy nos convoca.
Aspecto general de la ceremonia aniversaria
Claro que en ocasiones entiendo que la descomposición
acelerada que nuestro país sufrió en las últimas tres décadas, coincidentes
estas con el empoderamiento del
narcotráfico, fue convirtiendo la conducta recta, que debería tener todo
ciudadano, en algo cada vez más extraño y estrambótico, en la medida que se
trastocaron los valores éticos de la
sociedad ,haciendo que lo delictual y
trasgresor, aceleradamente se fuera incorporando al imaginario social, dándole
estatus y por tanto aceptación social a esa delincuencia, que amasando esas inmensas cantidades de dinero provenientes
del narcotráfico, fueron creando un nuevo orden
,con pautas sociales ,éticas, estéticas
y de poder en general, que terminaron sepultando las buenas costumbres
que nuestros mayores nos habían inculcado. Por eso finalmente terminamos por exaltar, lo que de no haber
irrumpido ese nefasto poder del narcotráfico, debería haber seguido siendo el
modus operandi cotidiano y por tanto la conducta normal de nuestra sociedad.
Pero mientras ese poder nefasto
del narcotráfico se había apoderado de
nuestra sociedad, el país continuaba sufriendo esa otra violencia brutal emanada del intenso conflicto armado
que venimos sufriendo hace 50 años, donde
una guerrilla intentando acceder al poder del Estado, inundó de violencia no
solo nuestros campos, sino muchos de los
pueblos y ciudades, deteriorando no solo la vida ,como valor fundamental de la
existencia, sino también las condiciones
necesarias para que esa vida se
mantenga y se reproduzca , como es ciertamente el escenario de la economía
nacional.
En buena hora entonces confluyen las circunstancias propicias, en
medio de un gobierno proclive a crear las condiciones necesarias para que una parte importante de
esa guerrilla comprometida en el conflicto, las FARC, acepten sentarse en una
mesa de negociación y se inicia el
proceso que finalmente culmina con la dejación de las armas por parte de esta
guerrilla armada, bajando de manera ostensible el nivel de violencia y de
inseguridad que azotaba nuestros campos y empieza por ende a fortalecerse nuevamente
la seguridad para el pueblo colombiano, por sobre todo en aquellos sitios de
influencia guerrillera ,ahora compartidos en sana convivencia por campesinos y reinsertados, mostrándonos que
sí es posible construir un país diferente y equitativo, por lo que debemos cerrar voluntades en el
respaldo a la continuidad de las conversaciones con el E.L.N y poder
tener así superado ,en el menor
tiempo posible, el tema de la
insurgencia , pudiéndonos dedicar entonces a construir el modelo de país en el que todos quepamos,
siempre y cuando el Estado logre
también erradicar de su estructura de manejo, ese cáncer de la corrupción, que
en una sola década supera las pérdidas que el conflicto armado le ha infringido
a la economía nacional en 50 años.
No es entonces tarde para retomar
las tareas que la nueva esperanza de una patria en paz nos convoca a cumplir, por sobre todo cuando de lo que se trata es de construir un mejor
país, donde las posibilidades para todos dejen de ser un sueño, como
ciertamente lo es para muchos colombianos marginados hasta de las condiciones
mínimas de supervivencia.
Otro aspecto de la ceremonia aniversaria
Es ahí entonces donde los medios
de comunicación deben cumplir con la responsabilidad de socializar la información,
cargada de la verdad por supuesto, para que los colombianos volvamos a cumplir lo que nunca debimos haber
dejado de hacer: Acatar la ley dentro de un ambiente de respeto por la
diversidad y con toda la solidaridad posible de ejercer desde cada uno de
nuestros propios entornos.
Siento en su práctica
periodística, respetado Wilmar, la ética que puede emanar de aquella sentencia de ese gran poeta y
periodista Ryszard Kapuscinski :
“Cuando se descubrió que la
información era un negocio, la verdad dejó de ser importante”
Muchas gracias a todos ¡!