viernes, 28 de octubre de 2016

Sigatoka Negra arruina parceleros

En la actualidad el costo de fungicidas (Terrestre o aéreo), de una hectárea de plátano por ciclo, se encuentra entre 140 y 150 mil pesos mensuales

En las dos últimas semanas la situación ha empeorado por causa de las inundaciones que, además de impedir las labores de rigor, determina ambientes de alta humedad, que derivan en incrementos de la enfermedad.



La temible Sigatoka Negra está  haciendo
 estragos  en los cultivos  de  plátano en Urabá

Unidad  de Análisis
EL PREGONERO DEL DARIEN

Teniendo en cuenta que en el país, el cultivo de plátano ocupa un lugar importante desde el punto de vista social y económico por ser, no sólo, uno de los componentes fundamentales de la canasta familiar, sino también una fuente generadora de trabajos y divisas, y ante las alarmas encendidas por las devastadoras consecuencias de la enfermedad, es necesario llamar la atención sobre sus implicaciones.

Sigatoka Negra el Mal Mayor

En Colombia, la Sigatoka Negra Mycosphaerella fijiensis Morelet y Amarilla Mycosphaerella musicola afectan más del 70% del total de las 410.000 hectáreas sembradas en plátano, lográndose en algunos casos producciones inferiores a 5.5 toneladas/ha de plátano, así como frutos con las cualidades y características organolépticas totalmente fuera de los parámetros normales de la fruta. Su control le cuesta a los productores cerca del 30% anual del valor de la producción. Donde no se practica la remoción de hojas enfermas, constituyen la fuente de propagación de las esporas sexuales y asexuales, y de donde se dispersan a otras plantaciones de plátano e incluso de banano.


Al no cumplirse los ciclos  de fumigación y  una serie  factores
  como la ola invernal, el problema se agrava.

La Sigatoka Negra es la enfermedad más severa que afecta el cultivo del plátano en Urabá y su control es costoso para las características de las explotaciones que se presentan en el sector platanero tradicional de minifundios. En estas condiciones la adopción de prácticas culturales y de tecnología son bajas, más la revaluación del peso, alzas en insumos, condiciones del mercado externo y situación climática entre otras, son algunas de las condiciones que aquejan el sector. 

La Sigatoka Negra Mycosphaerella fijiensis, en algunas áreas sin manejo adecuado, se encuentra en índices superiores a la hoja más joven necrosada (YLI).

La fisiología del cultivo de plátano indica que para obtener un racimo de plátano se deben mantener mínimo las cinco hojas funcionales, de tal manera que el racimo logre su desarrollo fisiológico y sirva como producto de exportación.

La Sigatoka se está  extendiendo  por los cultivos  de  la zona, generando 
grandes pérdidas a los pequeños productores especialmente.

En algunos municipios se reportan áreas afectadas por problemas de pudrición de raíz (Cochinilla), pudrición del pseudotallo, (bacteriosis – Erwinia chrysanthemi p.v.), moko (Pseudomonas solanacearum) y sigatoka negra, que es quizás uno de los mayores nudos críticos de los cultivos de plátano. 

En la actualidad el costo de fungicidas (Terrestre o aérea), de una hectárea de plátano por ciclo se encuentra entre 140 y 150 mil pesos mensuales; situación que desequilibra el estado financiero de los productores y que hacen que no se adelante el control adecuado de la enfermedad, desmejorando la productividad y la competitividad del producto. Por lo anterior se hace necesario el control constante y periódico de la enfermedad.


Los  ingresos  de  los parceleros son muy  precarios, nos
 les alcanza para cubrir la fumigación

Proteger el Estatus Fitosanitario.

Durante los años 2013, 2014 y 2015, el Ministerio de Agricultura y el Instituto Colombiano Agropecuario ICA, adelantaron campañas con las organizaciones de productores para reducir la incidencia de la enfermedad. Durante esta época se registran los mejores índices de productividad como consecuencia de la sanidad de las plantaciones de pequeños productores, que no sólo recibieron el beneficio de éstas campañas, sino que apoyaron el proceso y vigilaron la calidad, cantidad y eficiencia de los productos. En conclusión estas campañas que recibieron los productores se pueden denominar como un éxito total, pero desafortunadamente e inexplicablemente, se cambiaron por otros beneficios, que si bien es cierto han contribuido con el desarrollo productivo de los pequeños productores, no tiene sentido adelantar procesos de asistencia técnica cuando no se puede controlar una enfermedad que mata la rentabilidad del cultivo, o procesos de fertilización o infraestructura productiva cuando lo realmente urgente, según los especialistas, es proteger el cultivo del mal mayor.


Ya las exportaciones se ven afectadas  por la proliferación  de esta plaga, 
sumado a  los incumplimientos del Ministerio de Agricultura  con los apoyos
 fitosanitarios, en lo que tiene que ver  con  los pequeños productores.


Durante el primer semestre 2016, por efectos del “Fenómeno del Niño”, las plantaciones fueron afectadas por la sequía, la producción se bajó notablemente y muchas labores culturales no se realizaron satisfactoriamente; así las cosas, con esas plantaciones afectadas por la sequía sobrevinieron las intensas lluvias debido al “Fenómeno de La Niña” y se incrementaron significativamente los niveles de infección de Sigatoka Negra.

En las dos últimas semanas la situación ha empeorado por causa de las inundaciones que, además de impedir la realización oportuna y adecuada de las labores de rigor, determinan ambientes de alta humedad, que derivan en incrementos de la enfermedad y la gran mayoría de los productores acusan mermas en sus rendimientos, lo que dificulta el control de la Sigatoka.

Promesas incumplidas del gobierno


En una de sus últimas visitas el Dr. Aurelio Iragorri Valencia, Ministro de Agricultura, acompañado del actual Gerente Nacional del ICA Dr. Luis Humberto Martínez Lacutir y de su actual viceministro de Desarrollo Rural el Dr. Juan Pablo Pineda, manifestó su compromiso de apoyar la labor desarrollada por la Federación de Platanicultores de Urabá “FEDEPLAUR”, y se comprometió a destinar los recursos que permitieran durante el 2016 adelantar seis de los doce ciclos, para preservar la sanidad vegetal de 35 mil hectáreas de plátano en el Urabá Antioqueño, Chocoano y Cordobés. Como testigos excepcionales de este compromiso quisimos averiguar y nos encontramos con el estado calamitoso de las plantaciones de los pequeños productores.


El abandono a los campesinos en este  gobierno ha sido evidente

Consultados diferentes fuentes para entender cómo enfrentar esta situación de calamidad dentro de la platanicultura en Urabá, desde el ICA nos informan que el Instituto se encuentra comprometido con el proceso pero que no existe presupuesto para adelantar esta intervención. Mientras tanto los pequeños productores siguen esperando el cumplimiento de la palabra empeñada del señor Ministro de Agricultura.

Al cierre de nuestra edición consultamos especialistas en esta materia que afirman que la calidad del plátano está seriamente afectada y muy pronto la fruta no será acta para abastecer los mercados internacionales donde hoy llega el plátano colombiano. Lo lamentable es que solo el gobierno escucha cuando los productores sin salida adopten las vías de hecho y entonces se complican las cosas pues casi siempre en este tipo de conflictos pescan los que nada tienen que ver con los reales problemas de los productores.


De  no tomarse  los correctivos  fitosanitarios  de rigor, falta poco para la ruina 
 total de los pequeños productores  de plátano en esta  parte del país.